Graciela Graham
ILUMINACION Y SABER
Jean Allouch afirma en su obra No hay relación heterosexual, que el enunciado “No hay relación sexual”, surge en Lacan como resultado de una iluminación.
¿Pero de qué se trata esta forma particular de acceder a un saber?
La iluminación va ligada históricamente al problema del conocimiento y más en particular a la cuestión de cómo se puede tener un conocimiento cierto de la realidad. En este contexto la iluminación es la teoría que liga el conocimiento a una intervención de la luz divina sobre el entendimiento humano para conferirle aquella capacidad cognitiva que de lo contrario no tendría por sí solo.
El origen de esta teoría se remonta a la filosofía de Platón y a su visión del mundo. La verdad de las cosas reside en las ideas ejemplares presentes en el hiperuranio, de las que tuvieron origen y de las que son espejo las realidades visibles. Pues bien, conocer significa poder captar intelectivamente ese mundo ejemplar el único verdadero.
La corriente platónica de los siglos III y IV d.C. desarrollaron y sistematizaron esta visión, cuando, especialmente con Plotino, se llegó a elaborar una teoría del conocimiento más
Agustín, en estrecho contacto con el neoplatonismo, recogió esta teoría dándole un sello cristiano. Si las cosas se derivan del acto creativo de Dios, entonces es solamente en él donde tienen su inteligibilidad, ya que en él están las « ratones aeternae». Éstas, en cuanto que son participadas por Dios al hombre en forma de iluminación, constituyen para el conocer humano la capacidad de ir más allá de la mutabilidad de las cosas y realizar así un conocimiento cierto. Si se conoce algo como verdadero, se le conoce en Dios.
La iluminación platónico-agustiniana, aceptada comúnmente por el mundo cristiano hasta el siglo XIII, se vio fuertemente discutida y entró en crisis cuando penetró en Occidente Aristóteles con sus teorías gnoseológicas, basadas en la percepción de los sentidos y de la capacidad abstractivo-lógica del hombre.
Por una parte estaban los que proponían de nuevo el principio de la iluminación, revisado a través de la filosofía de Avicena, el cual, interpretando a Aristóteles a partir de elementos neoplatónicos, hablaba de un entendimiento agente (de tipo aristotélico), separado y exterior al hombre, que influye en el entendimiento pasivo del hombre y le permite un conocimiento cierto. Muchos autores, sobre todo franciscanos (Bacon, y no franciscanos, como por ejemplo Alberto Magno), recogen esta teoría platónico-aristotélica, pero identificando al entendimiento agente con Dios, que ilumina al hombre y le permite conocer « certe».
Una postura opuesta es la de Tomás de Aquino, que, asumiendo la gnoseología aristotélica, rechaza la teoría de la iluminación, para relegarla al momento creativo, cuando Dios, por participación iluminativa, imprime en el hombre un entendimiento agente con su capacidad » natural» de abstraer conceptos verdaderos de lo que ha percibido con el entendimiento pasivo en su encuentro con la realidad.
Entre estas dos posiciones se da una actitud intermedia, representada por Buenaventura. Con Tomás, el doctor franciscano reconoce en el hombre la presencia de una « vis activa» de carácter cognoscitivo (entendimiento agente y pasivo); sin embargo, fiel también a Agustín, piensa que esa capacidad innata en el hombre de conocer no podría por sí sola asegurar un conocimiento cierto, si en el mismo acto no se diera también una influencia iluminativa de Dios.
La teoría iluminativa no resistió por mucho tiempo el choque con la propuesta gnoseológica aristotélica. Debido a la afirmación progresiva del tomismo y del pensamiento escotista en el mundo franciscano, la teoría iluminativa fue diluyéndose poco a poco para reducirse a la experiencia mística.
É. Gilson, en El espíritu de la Filosofía medieval
El planteamiento agustiniano sobre el conocimiento está dirigido por su afán de
alcanzar a Dios, su conocimiento y los niveles que se presentan antes de llegar a él. El punto de partida en la teoría del conocimiento de San Agustín es la autoconciencia o autorreflexión, que también se le considera el instrumento inicial para alcanzar la verdad. Se distingue tres tipos de conocimiento:
1. Conocimiento sensible: es el que percibimos por medio de los sentidos. No es un conocimiento verdadero puesto que sólo nos ofrece opinión, que es el grado más bajo de conocimiento y « es propio de los hombres y los brutos ». Según Agustín de Hipona, hay conocimiento de dos clases de cosas: de aquellas que la mente percibe a través de los sentidos corporales y de aquellas que la mente percibe por sí misma. Las primeras son objetos materiales (del mundo sensible) y las segundas son el mundo inteligible al que la mente humana conoce independientemente de lo sensorial.
2. Conocimiento racional: está dirigido a la acción. Parte de los datos de la sensación y emite juicios sobre los objetos que conoce a través del conocimiento sensible, comparándolos con los modelos eternos (ideas, formas, rationes) que residen en la mente de Dios.
3. Conocimiento contemplativo o sabiduría: en él se contemplan los verdaderos modelos de las cosas; las verdades necesarias, inimitables y eternas. Es el ideal de sabiduría contemplativa. Al conocimiento de esas ideas, formas o rationes no puede llegar nadie sin la intervención de Dios, sin la ayuda de Dios a través de la iluminación.
I
Antes y después de la aparición de la primera versión del libro en 1990 de Jean Allouch Margueritte ou l´Aimée de Lacan, él escribe varios artículos en la revista Littoral a propósito de la tesis de Lacan sobre su paciente Margarita Anziue, uno de ellos se llamó Interpretación e Iluminación data de 1991 y fue publicado en la revista Littoral número 31/ 32 en francés.
Allí la iluminación se diferencia de la interpretación y es presentada como el régimen mayor y quizás único, de la evidencia del establecimiento del sentido, no de su certeza, aclara Allouch, del delirio de Margarita.
Dice el autor mientras Schreber es un lector Margarita es una visionaria. La locura de Margarita es la de una “iluminada” tomando ese término habitual genérico de algunos locos incluso Don Quijote.
La iluminación se diferencia de las locuras razonantes, aquellas de Sérieux y Chagras en tanto no pertenecen a la lógica del significante, más bien son tributarias de la imaginación creadora.
Lo que tiene una coherencia dice Allouch con la oposición que hace Lacan en su tesis entre comprensión e interpretación, delirio, sueño y la claridad significativa de la iluminación. Un delirio no llama a la interpretación, mientras la oscuridad del sueño necesita de la interpretación-
Esa imaginación creadora tiene todo su alcance justamente por no estar encuadrada en esa lógica del sueño o sea del significante hay predominancia de la actividad imaginativa- La locura de Margarita como fenómeno de conocimiento permanece en el orden de un pensamiento prelógico.
Aquí se impone una pregunta: ¿No hay allí en ese pre de prelógico una brizna de deficiencia? Es como si se dijera que Margarita no alcanzó la etapa del pensamiento lógico, que hubiera una falla en su desarrollo. Para la filosofía el pensamiento prelógico se ubica antes de que el ser humano alcance la capacidad de razonar, el pensamiento razonante, de la misma manera que para los que hablan de la etapa de desarrollo del niño. Para Piaget se trata de un pensamiento correspondiente al periodo de operaciones concretas (6-10 años), que se caracteriza por la aparición de procesos mentales basados en la interiorización de objetos concretos, reales y presentes. El pensamiento solo puede operar con operaciones concretas, es decir, con lo que puede ser manipulado. Aunque sigue principios lógicos y es capaz de tener en cuenta varios puntos de vista que le permiten sacar consecuencias, no consigue todavía operar, utilizando exclusivamente enunciados verbales o, aún menos, hipótesis
Este pregunta tiene su pertinencia en el hecho de que esta idea va en sentido contrario de lo que sostiene la obra Allouch sobre la tesis de Lacan, la discusión y objeción de la idea de proceso y la de discapacidad.
Lacan dice: se trata de formas de representación mórbidas no normales. Formas del conocimiento paranoide.
Hay un juego entre interpretación e iluminación en El chiste y su relación con el inconsciente al que Allouch se va a dedicar en el apartado de su artículo que titula FREUD
De entrada, nomás caemos en lo que en francés fue traducido como sideración /iluminación y en el español de Amorrortu como desconcierto /iluminación.
Dice Freud
(Krepeling)por penetrantes que suenen estas argumentaciones, uno se preguntaría, llegado a este punto, si la oposición entre lo que posee sentido y lo que carece de él, oposición en que descansa el sentimiento de comicidad, contribuye en algo a la definición conceptual del chiste en tanto él se distingue de lo cómico. También el factor del «desconcierto e iluminación» nos hace ahondar en el problema de la relación del chiste con la comicidad. Acerca de lo cómico en general, Kant •* dice que una propiedad asombrosa suya es que sólo pueda engañarnos por un momento. Heymans (1896) detalla cómo se produce el efecto del chiste mediante la sucesión de desconcierto e iluminación.
Es para dilucidar esta dupla que Freud se refiere al famoso chiste de Heyne conocido como famillionario.
Elucida su punto de vista a raíz de un precioso chiste de Heine, quien hace gloriarse a uno de sus personajes, el pobre agente de lotería Hirsch-Hyacinth, de que el gran barón de Rothschild lo ha tratado como a uno de los suyos, por entero «familiarmente» {«farnillionar»).
Por lo que se sabe este chiste, como por otra parte muchos otros del célebre estudio freudiano no provocan risa en los lectores hispanoparlantes.
¿El chiste soporta el pasaje de lenguas? ¿Hay chiste entre lenguas?
Bergson en su estudio sobe lo cómico cuenta la siguiente anécdota:
Un hombre al que le preguntaban durante un sermón por qué no lloraba como todos los asistentes respondió: “No soy de la parroquia”.
Quizás el punto el lugar donde habría que situar, estudiar la problemática del entre lenguas sea justamente el chiste.
Sin embargo, Freud dice
Con este ejemplo, reconocidamente notable y muy reidero, han ilustrado Heymans y Lipps su derivación del efecto cómico del chiste a partir del «desconcierto e iluminación»
Freud se apoya en Lipps filósofo y psicólogo para decir que la iluminación funciona en dos tiempos. Haymans por su lado fue un psicólogo holandés que se dedicó a la tipología. Se dice que entre los admiradores de Lipps se encontraba Sigmund Freud, siendo Lipps muy partidario de la idea del inconsciente, pensaba que cada estado tiene su nivel de conciencia, y que el reír estaba asociado con aspectos inconscientes. Más adelante, Lipps adoptó algunas ideas de Edmund Husserl.
Para Kant
… la palabra portadora del chiste aparece a primera vista •’ [Crítica del juicio, parte T, sección 1. como una mera formación léxica defectuosa, como algo ininteligible, incomprensible, enigmático. Por eso desconcierta. La comicidad resulta de la solución del desconcierto, del entendimiento de la palabra.
Lipps completa esto señalando:
que, al primer estadio de la iluminación, el caer en la cuenta de que la palabra desconcertante significa esto o aquello, sigue un segundo estadio en que uno intelige que es esa palabra carente de sentido la que nos ha desconcertado primero y luego nos ha dado el sentido correcto. Sólo esta segunda iluminación, la intelección de que una palabra sin sentido según el uso lingüístico común es la responsable de todo; sólo esta resolución en la nada, decimos, produce la comicidad. No importa cuál de estas dos concepciones nos parezca más iluminadora, las elucidaciones sobre desconcierto e iluminación nos aproximan a una determinada intelección.
Es que si el efecto cómico de la palabra «familloiiarmeiife», de Heine, descansa en la resolución de su aparente falta de sentido, el «chiste» ha de situarse en la formación de esa palabra y en el carácter de la palabra así formada, dice Freud.
Es una frase o un sintagma reducido a su máxima brevedad, palabra compuesta, alógena podría llamarla J. L. Sous en un libro llamado los Pequeños matemas de Lacan. Pero además es un neologismo. Glup!! “El chiste, la iluminación y su relación con el neologismo” podría llamarse algún trabajo-
Si prescindimos de esa fuerza compresora, por cierto, desconocida para nosotros, podemos describir la formación del chiste, y por tanto la técnica del chiste en este caso, como una condensación con formación sustitutiva; en nuestro ejemplo, la formación sustitutiva consiste en producir una palabra mixta. Sólo si se las vincula entre sí y se las somete a ese peculiar proceso de fusión y condensación nace un chiste, y por cierto de primera clase.
Palabra mixta nombra Fred a este neologismo.
En el caso de una de las iluminaciones de Margarita se trata de una composición que ella hace de dos imágenes. En realidad, ella ve una imagen de una campaña contra la tuberculosis
Hay dos tiempos en la iluminación el instante de ver la imagen y más tarde la conclusión con la atribución de sentido dada a esa imagen. Lo que le da su carácter retrospectivo contrario al de interpretativo en su sentido simbólico, no habría significante en el sentido lacaniano en el que Margarita se apoya para construir esa nueva imagen dice Allouch, no hay un funcionamiento del tipo rebús de transferencia.
En Margarita. Lacan la llamaba Aimée se estudia con detenimiento la particular manera que tendría la transferencia en la locura, recuerdan esa suerte de transferencia invertida. El psicótico plantea la transferencia, es el que sabe y es el analista el convocado a esa transferencia. Decíamos en la época los lectores del caso.
No nos está permitido hacer sólo de los contenidos del delirio la razón de las consecuencias propiamente sociológicas de la psicosis. Al reconocer que están sujetas al decir psicótico, estaremos más advertidos. Pero este decir no está fuera de la transferencia. Si se trata no de enunciados sino de un modo enunciativo, habría que articular cómo ese sujeto de la enunciación plantea una transferencia a la que estaremos quizás en condiciones de ofrecerle la acogida que le conviene.
Y más adelante
El autoerotismo no es estar vuelto hacia sí, sino tiene que ver con el “desorden de los pequeños a” (Lacan). El autoerotismo es pues “cuando uno falta de sí”. No hay pues allí nada de auto, siendo precisamente lo que se produce cuando no hay auto.
El delirio, correlativamente no es un solipsismo sino, en el pleno sentido del término, una creación, a la vez delirio de relación y en relación. Se entra con el delirio “a velas desplegadas del dominio de la intersubjetividad” (Lacan, el 11.04.1956) Mientras en Freud predomina el delirio de grandeza, en Lacan lo que se destaca es el delirio de persecución
La locura llama, pero los llamados de Schreber y de Margarita parecen no estar constituidos con la misma estofa.
Él tiene, Lacan lo formulaba así, su objeto a en el bolsillo. Es él quien, en la disparidad subjetiva de nuestra relación con él, es el eromenós, mientras que para nosotros corresponde la función de erastés.
Como Margarita sabe, Lacan la ama. Y entonces hay transferencia.
Pero esa transferencia no pareciera estar hecha de la misma estofa que la de la locura razonante de Schreber.
Pregunta:
¿La manera iluminativa del saber de Margarita es lo que hace la particularidad de su manera de posicionarse en la transferencia? ¿Habrá que hacer algunas precisiones respecto de particular forma de saber que es la iluminación y la transferencia? No se trata de la misma forma de plantear transferencia de Schreber que la de Margarita
El neurótico transfiere, el psicótico plantea transferencialmente, decíamos. De entrada, esta diferencia apela a una implicación diferente del sujeto en el significante de la transferencia: en el primer caso ese significante no subjetivado es del Otro (esto resulta de su carácter no subjetivo), y en el sentido del genitivo objetivo; con el “plantear transferencialmente”, es también el Otro, pero en el sentido del genitivo subjetivo.
Cito
. Analizando el delirio de Margarita pude constatar que la erotomanía rechaza el acto, mientras que opuestamente el delirio de reivindicación empuja al acto. Ahora bien, la imagen erotomaníaca por excelencia es la de la mujer llevando al niño los dos levantados frente a los perseguidores reunidos en muchedumbre, la bandera blanca, las flores de lis de la realeza. Desde entonces “Las flores de lis”, es decir la mujer y el niño puestos bajo la protección del príncipe objeto erotomaníaco, flotan sobre el asesinato del niño, planteado como escritura de la relación sexual”
Allouch da el ejemplo de la escritura de Leo Strauss
Se trata de una escritura bajo persecución donde la iluminación aparece en el segundo tiempo- Si se lee entrelineas, hay dos públicos algunos entienden una cosa y los que están en la cosa pueden entender el sentido oculto pero un oculto que está a la vista. Pensaba que en la Argentina el rock nacional que fue unos de los refugios que teníamos en la dictadura. Hacía uso de esa forma de escritura bajo persecución en sus letras, hay muchísimos ejemplos, de letras de rock escritas para producir ese relámpago iluminativo en los que en reductos marginales la gente se reunía a escuchar a esos artistas con los de la misma parroquia, tratando de aspirar una pequeña bocanada de libertad.
Margarita como Saussure, Rimbaud, Brisset, Wolfson, Russell y ahora Lacan nos permiten cernir un poco a la iluminación. Imagen que aparece de pronto con una claridad significativa. La iluminación es portadora de un saber cuyo estatus es un enigma pero que según Allouch, si bien hay una suposición de un sentido atribuido a ese saber, ese sentido no es nunca puramente un sentido más que cuando es puro saber que hay algo a saber sin que se pueda precisar qué.
La iluminación es una ruptura abrupta, un franqueamiento en el que un sujeto accede a cierto saber, qué el recibe como verdadero, pero de una verdad en espera de su prueba
En Interpretación e iluminación el autor dice que Lacan exige la ternarización de este binomio, con este fin emplaza estos términos en el nudo borromeo.
Coloca la iluminación en el borde entre lo simbólico y lo imaginario la interpretación entre lo real y lo simbólico, cubriendo la playa del sentido. En diferentes bordes pero en la misma playa.
En la conclusión perspectiva, Allouch se refiere al primer capítulo de la Historia de la Locura de Foucault donde se hace una partición entre dos experiencias, que comienzan en el renacimiento por un lado la locura entra en relación con la razón, Erasmo, Pascal. Este elemento crítico va a vencer, será la base de la psiquiatría, la locura como la sinrazón. Por el otro lado el elemento trágico, la locura de los visionarios, la locura de las imágenes será esencialmente pictórica Brueguer, Van Gogh., dice Foucault que estas locuras se despliegan en el campo de la pura visión-
Sin embargo, si a veces dice Allouch en consonancia con Foucault, si a veces el lenguaje simboliza y la imagen imaginariza, hay que tener en cuenta que también a veces el lenguaje figura y la imagen dice.
Es por esa ambigüedad que Allouch coloca interpretación e iluminación en 1991 en la misma playa del sentido, pero en lados diferentes.
Porqué me ocupo de la iluminación. En principio por que el libro que nos convoca a este debate afirma que “No hay relación sexual” se le aparece a Lacan como una iluminación. (M. Viltard señala otro momento de un Lacan iluminado, en el comentario que hace del libro sobre Margarita, cuando profiere “yo la verdad hablo”) Iluminación que no es un delirio, o quizás si, ni un chiste, o quizás sí. Esa frase (tanto “yo la verdad hablo” como “No hay relación sexual”) dicha fuera de nuestro pequeñísimo mundillo lacaniano puede ser muy bien un chiste.
Dice Allouch que luego de la tesis Lacan deja de lado por mucho tiempo, aunque más tarde deshecha la comprensión en el análisis no se trata de comprender, de compresión.
Se refiere al ensayo Noir parfait . Y dice que el autor muestra allí “la transformación subjetiva que es posible pasando por otra vía que la de la simbolización o la literalización, una transformación producida por una sucesión de iluminaciones (Allouch no dice serie) cada una tomando el relevo de la anterior según una lógica que no es la del significante.”
Pregunta; ¿Entonces es una lógica, ¿No del significante, pero una lógica? Magia de signos la llama el autor de Noir parfait a esa lógica, insiste Allouch, iluminante-
La iluminación libera y libra sentido- Si el sentido fluye como de un tonel de vino sin cesar según el ejemplo de Lacan, se puede considerar que un acontecimiento tenga lugar en el seno mismo de este fluir. Quiere decir que se puede concluir por fuera de la literalidad, de la lógica del significante, la sucesión de iluminaciones culmina en una última que hace corte.
La iluminación adquiere otro lugar me parece, se corre entonces de algunos lugares muy marcados como el chiste, la locura el delirio
Margarita como Saussure, Rambaud, Brisset, Wolfson, Russell y ahora Lacan nos permiten cernir un poco a la iluminación. Imagen que aparece de pronto con una claridad significativa. La iluminación es portadora de un saber cuyo estatus es un enigma pero que según Allouch, si bien hay una suposición de un sentido atribuido a ese saber, ese sentido no es nunca puramente un sentido más que cuando es puro saber que hay algo a saber sin que se pueda precisar qué.
La iluminación instaura un antes y un después que pone fin al síntoma
En este punto se produce un gran impacto. ¡Estamos frente a una nueva versión del fin del análisis!
El saber de la inexistencia de la relación sexual se debe a una iluminación. Y el pase es un instante de alumbramiento, de iluminación.
Esto tiene un correlato con el lugar en que ahora después de 26 años de haber escrito Interpretación e iluminación, Allouch coloca en el borromeo la iluminación. No ya en la playa del sentido junto con la interpretación, pero en márgenes diferentes sino directamente en el que él llama el verdadero agujero. Colocando en la playa del sentido a la elucidación, en la del goce fálico la interpretación y la iluminación en el mismo agujero del no hay relación sexual, no hay otro del otro y el goce del Otro que no hay. La iluminación acuerda con los tres il nyapas. Los tres no hay.
Llegado este punto se me plantean y le planteo las preguntas respecto al amor. A ese grano de saber que se obtiene al final del análisis que Allouch nombró el amor Lacan y elamorquenoseobtiene que yo escribo todo junto.¿ También se llega a él por una iluminación?.
El amorquenoseobtiene está implicado en el no hay relación sexual. Si fuera posible decirlo así simplemente, si no hay relación sexual solo se obtiene el amorquenoseobtiene. ¿Todo va a ese mismo agujero?
Graciela Graham
2017